lunes, 28 de enero de 2019

CARTA DE ISMAEL DESDE VECINDARIO (Gran Canaria)


TEXTO DE LA CARTA:

Un sueño tengo:

Mi sueño es que nunca nadie se quede sin casa para vivir y que todos los niños del mundo puedan recibir educación.

Para ello, me gustaría, que hubieran más ONG's en aquellos lugares que hay situaciones de extrema pobreza.

Yo conozco a algunos misioneros, como a Manolín y a Estrella, entre otros, que allí donde están ayudan con la educación, la higiene, la sanidad; por eso mi sueño sería que estemos donde estemos, grandes y pequeños, podamos ayudar y colaborar con los que lo necesitan.

Sería justo que todos los niños sean felices y que los mayores nos ayudaran a conseguirlo.

ISMAEL

AGRADECIMIENTO DE ESTRELLA POR LAS AYUDAS PARA EL PROYECTO "CASA DE LA PROVIDENCIA"

Este sueño ya tiene un empuje gracias a vuestra generosa ayuda para ir dando pasos y que se pueda hacer realidad.
Juntos lograremos que este milagro se realice. Dios sonreirá y los sufrimientos de nuestros hermanos se aliviarán. Continuemos a soñar juntos, cuento con todos.
Muchísimas gracias de corazón en nombre de Dios, sus pobres y el mío. Cuenten siempre con mi oración.

Desde el mes de Diciembre 2018

Un amigo (Sta. Cruz de Tenerife) 1000 eur.
Una amiga (Gran Canaria) 1000 eur.
Asociación Enredados de Huelva 200 eur. para medicamentos
José Ruiz Tacoronte 500 eur.
Una amiga Orense 30 eur.
Parroquia Sta. Brígida (Gran Canaria) 615 eur.
Elisardo Codeseda 100 eur
Fátima Moura en una colecta entre amigas 650 eur.
Parroquia S.Sebastián (Agüimes-Gran Canaria) 2000 eur.
Parroquia Sta. Teresa de Jesús de Huelva 3000 eur.
Juan Castellano 3000 eur
Atalaya de Guía (Gran Canaria) 1630 eur.
Parroquia Sta. Isabel de Hungría (Gran Canaria) 200 eur
Anónimo 350 eur
Un amigo Vietnamita 2000 eur
Cáritas Arciprestal de Fuerteventura 500 eur.
Cáritas parroquial Antigua-Betancuria (Fuerteventura) 300 eur.
Parroquia Ntra. Sra. del Rosario (Fuerteventura) 1000 eur.
Lucía Doctoral (Gran Canaria) 50 eur.
Elisabeth González 150 eur.
CEIP Benito Méndez Tarajano 700 eur.
Lucía Palmas de Gran Canaria 50 eur.
Lidia Palmas de Gran Canaria 60 eur.
Fátima Natividad Palmas 50 eur.
Madres Solidarias Gran Canarias 120 eur.
Pepe Ruiz y su esposa Paqui 300 eur.
Una amiga Canaria 1000 eur.
Josefina Gómez 2000 eur.
Juana Dolores Padrón 288 eur.
Mercedes Méndez 50 eur.
Familia y amigos 2500 eur.
Loli 100 eur.
Alberto 200 eur.
Una amiga 50 eur.
Parroquia S.Roque Tinajo 322 eur.
Nerea 200 eur.
Feria de Navidad Vecindario 320 eur.
Parroquia S. Sebastián 3000 eur.
Manuel Correa 1000 eur.
Mercedes Mayor 1000 eur.

domingo, 27 de enero de 2019

27 DE ENERO - DÍA MUNDIAL CONTRA LA LEPRA

Fiesta preparada por "Misión Lepra" con la población de Chiuri el 27-01-2019

 Están celebrando el día Mundial contra la lepra...


ANA MARGARIDA CARVALHO / PEMBA, MOZAMBIQUE
Mozambique, enero 2017. Veo en la puerta de la casa a un hombre de aspecto delgado, sentado en las raíces de un «cajueiro» (árbol del Cajú). Arrastrándose por el suelo y apoyado en una mano, se acercó lentamente a mí, como quien pide autorización para hacerlo. Le pregunté cómo lo podía ayudar. Avergonzado y entre las pocas palabras que sabía decir en portugués, me respondió: «herida». Por la forma descoordinada y sufrida con que se desplazaba, entendí lo que serían «las heridas». Se llamaba Manuel. El hombre que, hasta hace un mes trabajaba en su cercado (huerta), para su propio sustento y el de su familia, se volvió profundamente incapacitado y mutilado por la Lepra; este hombre que no tiene acceso a cuidados de salud; este mismo hombre que vivía ahora aislado en su casa por cargar el desprecio como tantos otros leprosos.
Quien conoció al Sr. Manuel jamás olvidará su imagen: se desplazaba arrastrándose por el suelo, incapaz de caminar por su gran herida en el pie izquierdo. A pesar de su resignación al sufrimiento, levantaba siempre la cara con una tímida sonrisa blanca y simpática diciendo inmediatamente «¡Buenos días!». Condenado a la exclusión social por la familia y la comunidad, se acostumbró a estar sólo en su rincón. Lo acogimos diariamente en nuestra casa por la mañana. Se trataban sus grandes heridas físicas, aunque con muchos condicionamientos y un enorme sentimiento de impotencia. Sentado, se quedaba contemplando la vida de la comunidad deseando un día volver a formar parte de la misma. Poco a poco, fue siendo acogido también por los hombres que guardaban la Misión: lo cargaban a la espalda, como medio de transporte para que pudiesen reducir su sufrimiento. Comenzaba con este gesto, un marco importante de su reinserción en la comunidad. Posteriormente, la ayuda de unas canadienses le devolvió la autonomía para que se desplazase de forma independiente: regresó a la Iglesia, a la vida comunitaria y trabajó en la gestión del pozo comunitario de la Misión. La curación fue, sin duda, interior.
Mozambique, septiembre 2016. Por invitación de Estrella, enfermera misionera en Mozambique, salí para el Distrito de Namuno durante dos semanas, en el interior de la provincia de Cabo Delgado. Un proyecto financiado por la Asociación Portuguesa de Amigos de Raoul Follereau (APARF), recorrimos más de 2000 km por tierras del interior africano al encuentro de tantos «Señores Manueles». Me enfrenté, por primera vez, con un sentimiento de impotencia y revoltura interior que nunca antes había sentido como persona y enfermera. Estuve en alpendres hechos de barro y paredes de caña de bambú, envuelta por una nube de mosquitos y polvo, sin agua corriente ni luz, cuidando de las heridas podridas, con recursos por debajo de lo básico. Sentí con mis manos lo que mis ojos pudieron ver… ¡y vi muchísimos «Señores Manueles» adultos, jóvenes y niños! Estrella recorre (sola y de forma voluntaria) los más de 82.625 km2 de la provincia. Lleva consigo toda su dedicación y amor en la visita a los enfermos en las aldeas más rurales, encontrando posibles nuevos casos, curándoles las heridas exteriores y sobre todo las interiores. Les trae una palabra amiga, una presencia de esperanza de que la Lepra tiene cura y de que no están solos en el sufrimiento. Y es que, más que la mutilación del cuerpo, es necesario curar el estigma, el rechazo y el sentimiento de que sólo les queda sufrir.
Estamos en enero 2019. El próximo día 27 será celebrado en todo el mundo el 66º Día Mundial de los Leprosos. APARF hará una colecta nacional para que se pueda continuar enviando a Estrella, «a las Estrellas, que trabaja(n) en favor de los más pobres y olvidados. Al igual que la Lepra, existen otras «lepras» que cargan consigo tanto sufrimiento y exclusión social, lejos y cerca de nosotros. Hagamos justicia al Sr. Manuel. Todos somos llamados a ser «Estrella». Todos somos llamados a SER ESPERANZA.

(Artículo Publicado en el Suplemento de «Iglesia Viva» del 10 de enero de 2019)




© ANA MARGARIDA CARVALHO | PEMBA, MOÇAMBIQUE
Moçambique, janeiro 2017. Avisto da porta de casa um homem de aspeto emagrecido sentado nas raízes de um cajueiro (árvore de caju). Arrastando-se pelo chão e apoiado numa mão aproximou-se lentamente de mim como quem pedia autorização para o fazer. Perguntei-lhe como o poderia ajudar. Envergonhado e por entre as poucas palavras que sabia dizer em português, respondeu-me “ferida”. Pela forma descoordenada e sofrida com que se deslocava percebi o que seriam ‘as feridas’. Chamava-se Manuel. O homem que até um mês antes trabalhava na sua machamba (campo) para seu único sustento e da sua família, tornara-se profundamente incapacitado e mutilado pela Lepra; este homem que não tinha acesso a cuidados de saúde; este mesmo homem que vivia agora isolado em sua casa por carregar o desprezo como tantos outros leprosos.

Quem conheceu o Sr. Manuel jamais esquecerá a sua imagem: deslocava-se arrastando-se pelo chão, incapaz de caminhar sobre a sua grande ferida no pé esquerdo. Apesar da sua resignação ao sofrimento, levantava sempre a cara com um rasgado sorriso branco e simpático dizendo de imediato “Bom dia!”. Condenado à exclusão social pela família e comunidade acostumou-se a estar só no seu canto. Acolhemo-lo diariamente em nossa casa pela manhã. Tratava das suas extensas feridas físicas, embora com muitas condicionantes e um enorme sentimento de impotência. Sentado, ficava a contemplar a vida da comunidade desejando um dia voltar a fazer parte da mesma. Aos poucos, foi sendo acolhido também pelos homens que guardavam a Missão: carregavam-no às costas, como meio de transporte para que pudessem reduzir o seu sofrimento. Iniciava-se com este gesto um marco importante da sua reinserção na comunidade. Posteriormente, o auxílio de canadianas devolveu-lhe a autonomia para se deslocar de forma independente: voltou à Igreja, à vida comunitária e trabalhou na gestão do poço comunitário da Missão. A cura foi, sem dúvida, interior.

Moçambique, setembro 2016. A convite da Estrella, enfermeira missionária em Moçambique, parti para o Distrito de Namuno por duas semanas, no interior da província de Cabo Delgado. Num projeto patrocinado pela Associação Portuguesa dos Amigos de Raoul Follereau (APARF) percorremos mais de 2000km por terras do interior africano ao encontro de tantos “Srs. Manueis”. Confrontei-me, pela primeira vez, com um sentimento de impotência e revolta interior nunca antes sentido enquanto pessoa e enfermeira. Dei por mim em alpendres feitos de chão argiloso e de paredes de pau de bambu, envolvida por uma nuvem de mosquitos e pó, sem água canalizada nem luz, a cuidar das feridas apodrecidas, com recursos menos do que básicos. Senti com as minhas mãos o que os meus olhos puderam ver... e vi imensos “Srs. Manueis” adultos, jovens e crianças! A Estrella percorre (sozinha e de forma voluntária) mais de 82 625 km² da província. Leva consigo toda a sua dedicação e amor na visita aos doentes nas aldeias mais rurais, sinalizando possíveis novos casos, tratando-lhes as feridas exteriores e sobretudo as interiores. Oferece-lhes uma palavra amiga, uma presença de esperança de que a Lepra tem cura e de que não estão sozinhos no sofrimento. Isto porque mais do que a mutilação do corpo é preciso curar o estigma, a rejeição e o sentimento de que apenas lhes resta sofrer.

Estamos em janeiro 2019. No próximo dia 27 será celebrado em todo mundo o 66º Dia Mundial dos Leprosos. A APARF fará o seu peditório nacional para que possa continuar a enviar a(s) Estrella(s) que consigo trabalha(m) ao encontro dos mais pobres e esquecidos. À semelhança da Lepra, existem outras ‘lepras’ que carregam consigo tanto sofrimento e exclusão social, longe e perto de nós. Façamos justiça ao Sr. Manuel. Somos todos chamados a ser ‘Estrella’. Somos todos chamados a SER ESPERANÇA.

(Artigo publicado no Suplemento Igreja Viva de 10 de Janeiro de 2019)