¡Hola muy buenas!!!
¿Qué tal están?
Termino de regresar del interior donde estuve 2 semanas visitando a los afectados por la lepra en sus aldeas. Gente maravillosa que no pierden su sonrisa y su resignación aún cuando te están contando que este año se dañaron sus cosechas por las lluvias del ciclón y les espera un año de hambre.
Pudimos llegar a 31 aldeas, en dos de éstas llegamos sin poder trabajar pues no había llegado la comunicación. El total de afectados de lepra en estas aldeas es de 408. De ellos 12 tienen que reiniciar el tratamiento por haberlo interrumpido muchos meses y diagnosticamos 16 nuevos casos de lepra, entre ellos 2 niños.
Me pasó de todo, mientras estoy allí no me da tiempo de digerir muchas cosas por ser mucho lo que vivo cada día. Al llegar a Pemba me va viniendo todo como una película, unas para agradecer, otras como un fuerte peso... Y todas para rezar.
Me ha pasado un milagro. Estaba bien en el interior, por aquellos caminos..., de repente en una curva veo un gran agujero de mi parte izquierda, giré rápido, enfrente justo un árbol... Lo más normal es que me hubiese ido contra él... no sé ni como giré... el coche ni un rasguño... Dios estaba allí... Los milagros existen y yo soy testigo. Sólo puedo amarlo y agradecer.
Vengo con el rostro clavado en el alma del señor Abilio, inválido, (con lo poquito que le queda de su pie derecho súper infectado), me pedía con tanta insistencia que por favor lo llevase a Pemba para que le cortaran su pierna, que no podía seguir así... Está solo, la herida al aire libre, sin nadie que lo curase... Cuánto sufrimiento!!!!. Su rostro me sigue acompañando... Qué impotencia!. Aquí Dios me dice lo urgente que es que hagamos la casa de la Providencia, al menos sufriría con dignidad, amor, higiene, comida y medicinas. De momento en el hospital sólo tienen anestesia para casos urgentes, toca esperar.
Hoy la misa aquí fue muy larga y festiva. 18 jóvenes se bautizaban. Al terminar fui al hospital. Ayer me llamaron unas monjitas que habían violado una niña de 8 años el jueves al salir del colegio y continuaba sangrando. Les indiqué que era mejor traerla a Pemba. La operaron de noche por tener heridas muy profundas en la vagina. Pobre Albertina, súper guapa, con 8 añitos y qué golpe tan duro... Estoy con rabia, con pena... con ganas de llorar... ¿Cómo se quedará esta niña psicológicamente y físicamente después de una cirugía aquí?.
Dios mío bendice a estos tus hijos, a cada un@, Tú sabes mejor que yo lo que necesitan. Y a mí dame siempre el gesto y la palabra oportuna ante tanto hermano que sufre y me pones en el camino.
Ftsmo abrazo y mil gracias por todo vuesto apoyo y cariño🙏😘🌹